LA VIDA FUTURA:
El que cree en Jesús vivirá, no morirá para siempre (Juan 11:25).
El morir para el creyente es ganancia porque estamos en Cristo. Tenemos seguridad de salvación (Filipenses 1:21-23).
Los muertos van a un lugar de tormento (lo que conocemos como infierno) o al seno de Abraham (lo que conocemos como paraiso). Tampoco pueden pasarse de un lugar a otro. No existe un lugar intermedio (purgatorio) entre estos dos. Los muertos no pueden dar mensajes a los vivos (Lucas 16:19-31).
Sólo hay dos opciones posibles condenados y salvados (Juan 3:18).
Continuaremos en la próxima semana este mismo tema.