LA SALVACIÓN:
El que viola la ley por una sola letra se hace culpable de toda la ley (Santiago 2:10).
Dios nos compró con la sangre de Cristo y nos dio perdón de todos los pecados (Efesio 1:7).
Somos rescatados de nuestra vana manera de vivir por la sangre de Cristo (1 Pedro 1:18-19).
Los sacrificios no quitaban el pecado del hombre. El único sacrificio agradable a Dios es el de Cristo, por eso no es necesario otro sacrificio para la salvación (Hebreos 10:11-14).
La justicia es por fe. Por la ley es imposible salvarse. La ley produce ira e inculpa al hombre de pecado (Romanos 4:1-16).
La iglesia está hecha y creada para la buenas obras (Efesios 2:8-10).
Podemos concluir que la salvación es por gracia, no hay nada que pueda hacer para ganarla. No es por méritos humanos.
LA IGLESIA:
Es una asamblea de personas con una misma fe y un mismo espíritu (Efesios 4).
Los miembros de la iglesia somos santificados en Cristo Jesús y somos llamados a ser santos. Invocan el nombre de Dios y nos está limitada a un lugar físico (1 Corintios 1:2).
El fundamento es Cristo. Sus obras serán probadas por fuego para ver si permanecen (1 Corintios 3:11-15).
Todos vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo y recibiremos según hicimos (2 Corintios 5:10).
La iglesia será arrebatada cuando venga el Señor y resucitarán los que estén muertos (1 Tesalonicenses 4:16-17).
EL MUNDO DE LOS ÁNGELES:
Existe el mundo espiritual. Podemos asegurar que hay ángeles. Los nombra el antiguo testamento. Son consiervos. Ellos no deben ser adorados.
Vienen por orden de Dios. Están a la obediencia de Dios (Mateo 26:53).
Están al servicio de Dios, por lo tanto a las órdenes de Cristo (Juan 1:51).
También hay algunos, los ángeles caídos, que están al servicio del diablo (Mateo 25:41).
Los ángeles de Dios están al servicio de los que somos salvos. Dios los envía a estar alrededor nuestro (Hebreos 1:14).
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